¿Por qué Bob Dylan ganó el premio Nobel de Literatura 2016?

El 13 de octubre de 2016, el mundo conoció que Bob Dylan había sido reconocido por parte de la Academia Sueca como ganador del Premio Nobel de Literatura. El motivo principal, por "haber creado nuevas expresiones poéticas dentro de la gran tradición de la canción estadounidense". 

Polémico como resulta el otorgamiento del Nobel a este hombre de ascendencia judía nacido el 24 de mayo de 1941 en Duluth, Minnesota, lo cierto es que parecen haber motivos suficientes para ello, no sólo porque a lo largo de cinco décadas de carrera ha fungido como una de las llamadas figuras mayores en la música popular; o porque es considerado por muchos como uno de los compositores y músicos más influyentes y prolíficos del siglo XX, sino porque se lo tiene como el letrista de mayor profundidad en la historia de la música moderna.

Dylan es, de hecho, un cantautor tan influyente que ha llevado a otros músicos hacia la poesía. Entre ellos: John Lennon, Bruce Springsteen, Tom Waits, Leonard Cohen, Patti Smith (quién aceptó el premio en su nombre) y muchos más. Se lo considera, igualmente, un músico para poetas, pues grabó un disco con Allen Ginsberg, escribió una letra a medias con el dramaturgo Sam Shepard e hizo una aparición estelar en un poema de Blas de Otero, representante de la poesía social española en los mil novecientos cincuenta. 

 

En opinión del escritor español Benjamín Prado, "esos mismos que lo critican no lo han leído o simplemente no están enterados de que los discursos de Churchill, las obras de teatro de Echegaray o la mayor parte de las novelas de Cela, fueron las que les ganaron el Nobel, y no precisamente por ellos escribir bien".

Lo cierto es que Bob Dylan es un genio de la poesía que no escribe poemas en el sentido estricto del término, pese a que las letras de sus canciones están saturadas de versos que cualquier poeta quisiera haber escrito. Su pluma, por cierto, está dotada de una magia que es capaz de transformar canciones en poemas, no bien se las desprende de la música –lo cual es algo que muy pocos compositores son capaces de lograr. Según Gordon Ball, autor y profesor de literatura en el Instituto Militar de Virginia en Lexington, Virginia: "La poesía y la música están vinculadas. Y Dylan ha contribuido a fortalecer esa relación, como los trovadores de antaño". Ello se debe a que, en su mayor parte, las letras de Dylan que datan de su primera época abordaban temas sociales y filosóficos en boga por la posguerra, amén de que en ellas se delata una fuerte influencia literaria que desafía abiertamente a la música pop convencional, en su tránsito hacia la contracultura.

Sus más célebres trabajos datan de la década de 1960, periodo que lo muestra como cronista informal de los conflictos estadounidenses. "Blowin' in the Wind", "The Times They Are a-Changin'" y otras canciones del momento, se convirtieron en himnos antibélicos, bandera de los movimientos civiles de la época. En 1965, cuando ya había traspasado la frontera del folk acústico al rock amplificado, lanzó “Highway 61 Revisited”, uno de sus álbumes más aclamados en el terreno musical, si bien contiene joyas líricas del calibre de “Like a Rolling Stone”, “Ballad of a Thin Man” y otras más, a la vez poéticas, intelectuales y penetrantes. 

En el terreno estrictamente literario, Dylan ha escrito solamente dos libros: “Tarántula” y “Crónicas” (primera parte de su autobiografía), mas lo mejor de su siembra literaria se encuentra oculta en sus canciones, que contienen versos indómitos, ideas y hallazgos formidables. Como bien lo dijo Carola Hermelin, de la Biblioteca Nobel de la Academia: "Las letras de canciones pueden ser buena poesía. Depende de su calidad literaria".

Robert Zimmerman (que tal es su nombre de nacimiento) ha sido galardonado con premios de renombre, siempre por su gran influencia en lo musical, pero también por sus aportaciones en el terreno artístico e intelectual. En enero de 1990, por ejemplo, fue investido Caballero de la Orden de las Artes y las Letras por el Ministro de Cultura de Francia Jack Lang. En 1999, se lo incluyó en la lista de las cien personas más influyentes del siglo XX, según fue elaborada por la revista Time. En el 2000, ganó el Premio de Música Polar de la Real Academia Sueca de Música.

En 2007, recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y al año siguiente obtuvo el premio Pulitzer honorífico por su "profundo impacto en la música popular y en la cultura americana, marcado por sus composiciones líricas de extraordinario poder poético". En el 2009 obtuvo la Medalla Nacional de las Artes, mientras que en el 2012, se le entregó la Medalla Presidencial de la Libertad. Al año siguiente, fue aceptado como miembro honorífico de la Academia Estadounidense de las Artes y las Letras… Antecedentes suficientes, todos ellos, para merecer el Nobel de Literatura.

Bienvenido sea el Premio Nobel de Literatura para Bob Dylan, ser humano de grandes contrastes y de alcances mayores.

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